La transición después del maraton

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el descanso tras el maraton

El objetivo que establecimos al principio de la temporada ya ha pasado. Has cruzado la línea de meta del maratón de Madrid, una prueba exigente que genera una importante destrucción muscular. Durante los entrenamientos,  ensayamos  la estrategia que íbamos a seguir para minimizar esa destrucción, pero a pesar de ello son altos los niveles destrucción muscular. También resultó inevitable el vaciado del glucógeno muscular, por lo tanto hay que priorizar la secuencia de los factores que intervienen en proceso de recuperación.

Una correcta hidratación debe ser prioritaria en el orden secuencial,  pero acto seguido a cruzar la línea de meta.  Es conveniente contar con un bidón de sales minerales para la reposición de los electrolitos perdidos.

La recuperación muscular hay que dejarla para más tarde. A mis atletas les aconsejo centrar los esfuerzos regenerativos para unas horas más tarde de la finalización de la carrera y utilizar medios caseros y accesibles como es utilizar la crioterapia mediante el uso de agua tibia – fría tumbado en la bañera durante el espacio de 15 minutos a fin de reducir la inflamación muscular.

El restablecimiento del glucógeno y de carbohidratos reclama su espacio dentro de la secuencia del proceso de recuperación,  pero es cierto que tras finalizar el maratón tenemos el estomago inflamado. No conviene comerse un enorme plato de pasta con esta finalidad porque seguramente nuestro organismo no nos lo permita, sin embargo un puré de patatas puede ser más apropiado para empezar a normalizar la situación. Posteriormente más tarde el organismo nos permitirá ingerir alimentos más propicios para la restitución del glucógeno.

De esta manera, estaríamos atajando el proceso de recuperación desde tres puntos distintos, como es la hidratación, la desinflamación muscular y la restitución del glucógeno y carbohidratos.

No cuestiono ni pongo en duda la opinión de los fisiólogos especialista en rendimiento deportivo cuando aconsejan que se aproveche la ventana de las oportunidades, es decir el tiempo posterior a la competición para la reposición de carbohidratos e hidratación. Simplemente aconsejo normalizar la situación de una forma sencilla.

Las secuelas del maratón aparecerán después de las 24 horas a la finalización de la prueba. Caminar en forma de paseo durante la primera semana oxigenara toda la musculatura y porque no, aplicar en este momento lo que conocemos como entrenamiento cruzado puede resultar beneficioso.

El papel del fisioterapeuta entra en juego a partir del cuarto o quinto día para agilizar de esta manera la recuperación de los músculos. Esto nos predispondrá a empezar a trotar de forma alterna la semana siguiente, donde  comprobaremos si tenemos molestias musculares o articulares o por el contrario si la valoración de lo anterior es correcta y los niveles de fatiga son mínimos,  quizá sea el momento  para iniciar otro ciclo de entrenamiento y  establecer un nuevo proyecto deportivo.

Necesitamos parar, valorar todo el trabajo desarrollado hasta alcanzar este objetivo,  concretar los puntos a mejorar, ordenar ideas.

En este periodo de transición, debemos desconectar nuestra parte competitiva, romper  la sistematización del entrenamiento a la que estamos sometidos durante la temporada  y trazar detenidamente junto con tu entrenador las líneas generales que te llevaran hacia otro objetivo real.

Como  atleta necesitas descansar. A pesar de haber llegado al maratón en un estado optimo de forma, conviene  dar el descanso adecuado al organismo para dejar perfecta toda la estructura muscular a fin de iniciar un nuevo proyecto sin estar sometidos a un estrés físico. No vas a perder la forma en este espacio de tiempo.

La parte del entrenamiento invisible es fundamental en la evolución del atleta. El entrenamiento invisible pasa por saber descansar y descansar a tiempo. Evita tener que descansar por la imposición de este periodo debido a una lesión.

Juan A. Moreno