Cuando hablo con atletas, a menudo obtengo la misma respuesta cuando hablamos de la importancia del entrenamiento de fuerza. Por lo general, dicen que le dan más prioridad a la carrera a pie que a la fuerza.
Cuando se ven limitados por la disponibilidad del tiempo que le dedican al entrenamiento, prefieren dentro de la especificidad del deporte que practican, correr. Desde luego este razonamiento no es infundado, ya que la mayoría lo que buscan es el máximo rendimiento en la carrera a pie de cara a la competición.
Dentro de la temporalización de la estructura que compone el entrenamiento de un corredor de montaña, en artículos anteriores Plan de Entrenamiento Trail Running - Parte I y Plan de Entrenamiento Trail Running - Parte II , explicaba cómo dar forma a los entrenamientos a lo largo de la temporada y los aspectos a desarrollar en cada fase. En esta entrada voy a tratar de explicar cómo debe ser el último periodo “Build 2-Race” de cara a la competición.
En el artículo anterior sobre la planificación de una temporada completa para un corredor de ultra trail y de un nivel intermedio-avanzado, escribía sobre el modelo de trabajo en la Fase I y II respectivamente.
A lo largo de una serie de artículos, te voy a dar unas pautas que considero indispensables para sacarle el máximo rendimiento a tu planificación y conseguir lo mejor de ti cada día. Recuerda que una mala planificación puede desencadenar: una lesión, tirando por la borda parte del trabajo realizado hasta ese momento, una disminución de la capacidad del rendimiento o lo que es peor, caer en un estado de overtraining (sobreentrenamiento) que en el mejor de los casos pudiera requerir varios meses de descanso [Kellman 2002, Kreider et al 1998], dependiendo de la sintomatología derivada de un entrenamiento inadecuado.