Sobreentrenamiento y desentrenamiento

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CONSECUENCIAS DEL EXCESO DE FATIGA Y RECUPERACIÓN - SOBRE ENTRENAMIENTO Y DESENTRENAMIENTO

       Posibles consecuencias del exceso de fatiga y recuperación: Sobreentrenamiento y desentrenamiento (Iñigo Mújica, departamento de investigación y desarrollo ATH. CLUB BILBAO).

       Entendemos como la definición de la fatiga la “disminución transitoria en la capacidad de rendimiento de los músculos cuando han estado activos durante cierto tiempo, normalmente puesta en evidencia por una incapacidad para mantener o desarrollar la fuerza o potencia requerida o esperada – McLester, Sports Med. 23: 287-305, 1997”

       “El periodo durante el cual tienen lugar cierto número de procesos fisiológicos, principalmente energéticos, que permiten al músculo restablecer su capacidad para generar fuerza – Melcler, luner contre le dopaje en gérant la recuperatión physique, 27-35, 2003”, es la definición del proceso de recuperación.

       Una vez aclarados estos aspectos determinantes en el tema que tratamos, es el momento de preguntarnos: Que sabemos realmente del sobreentrenamiento ??? Sin lugar a dudas es una acumulación de estrés, de entrenamiento o no, que acarrea una disminución a largo plazo de la capacidad de rendimiento con o sin signos y síntomas fisiológicos y psicológicos de sobreentrenamiento relacionados, en la cual la restauración de la capacidad de rendimiento puede tardar varias semanas o incluso meses – Kleider y col, Overtraining in sport VII-IX, 1998 –. A diferencia de la sobrecarga bajos los mismos parámetros la disminución funcional de los músculos se ve afectada a corto plazo y el proceso de restauración puede tardar desde varios días a varias semanas. Síntomas evidentes de estar sobreentrenado son las alteraciones del sueño, disminución del apetito, disminución del peso corporal, propensión al dolor de cabeza, sudoración nocturnas, ojeras, etc.

     Existen estudios para valorar las limitaciones de la incidencia del sobreentrenamiento, aunque solo uno de ellos, incluyó determinaciones del rendimiento. El estudio que midió el rendimiento clasificó a los deportistas como “sobreentrenados”, si no mejoraron su rendimiento. No se incluyó un periodo de recuperación en los estudios. La terminología utilizada no fue consistente, usando indistintamente “sobreentrenado”, “sobrecargado”, “pasado”, “quemado” o “fatigado”. Por definición el rendimiento debe disminuir en el deportista en un 2,4% en nados de 100m y 400m en nadadores sobrecargados – Hooper y col. Med. Sci. Sports Exerc. 25: 741-747, 1993 -, el 3% en potencia máxima aeróbica y contrarreloj en ciclistas sobrecargados – Snyder y col. Med. Sci.Sport Exerc, 27: 1063-1070, 1995 – y por último un 27-29% en tiempo hasta el agotamiento en deportistas de resistencia sobrecargados – Fry y col. Eur. J. Appl. Physiol, 64: 335-344, 1992 -.

        Además de los indicadores fisiológicos anteriores, los que más repercuten en el rendimiento en los deportes de resistencia es la disminución del VO2max y la FCmax, así como el aumento de eyección de reposo y valores plasmáticos. La determinaciones bioquímicas que se han usado para medir los índices de sobrecarga o sobreentrenamiento son la disminución del lactatos sanguíneo máximo y submáximo, la CK, Urea, niveles de hierro. En muy poco estudios se han controlado la ingesta de CHO (Carbohidratos) o los niveles de glucógeno. La reducción del glucógeno muscular podría estar relacionada con la incapacidad de soportar el entrenamiento intensivo:

         “Nadadores sobrecargados, no respondieron al entrenamiento intensificado y consumieron menos CHO–Costill y col. Med. Sci. Sports Exerc. 20:249-254,1988 –”

       “También se produjo sobrecarga en presencia de niveles normales de glucógeno muscular – Snyder y col. Med. Sports Exerc. 27:1063-1070, 1995 –”

         Se ha sugerido que el sistema inmunológico se ve afectado por la sobrecarga, advirtiendo incidencia de ITRS (infecciones en el tracto respiratorio superior), con significativos cambios en el número de leucocitos, linfocitos, neutrófilos y concentraciones de IgA (inmunoglobulina). También se han utilizado varios índices hormonales para identificar los estados de sobrecarga o sobreentramiento y que afectan al sistema endocrino: valores de reposo y máximos de cortisol, testosterona, ratio T/C, ACTH, GH, catecolaminas, aunque apoyarse en estos parámetros para las conclusiones finales no son del todo correctas, ya que los resultados son variables e inconsistentes. Los cambios de rendimiento no concuerdan con los cambios hormonales y éstos pueden ser diferentes en deportistas fatigados, sobrecargados y sobreentrenados.

        De los estudios disponibles, se advierten limitaciones como la falta de medición adecuada del rendimiento, entrenamiento no documentado, empleo de diferente terminología, falta de determinación del estado de ánimo, falta de mediciones iníciales y de recuperación, debiendo recomendar para un futuro que en los estudios se trate de elucidar la naturaleza y los sistemas del sobreentrenamiento, incorporar e informar de mediciones adecuadas de rendimiento y estado de ánimo, informes detallados de la cantidad y calidad del entrenamiento. Debería incluirse un periodo de recuperación para determinar el tiempo necesario para recuperar y por supuesto, centrarse en intervenciones para determinar mecanismos, incluyendo tests de estimulación endocrina, función y densidad de receptores adrenérgeticos, examen de fatiga neuromuscular e investigación de efectos de medicamentos antidepresivos – Halson & Jeukendrup, Sport Med. 34: 967-981, 2004 –

          PRINCIPIO DE REVERSIBILIDAD DEL ENTRENAMIENTO

Sobreentrenamiento Desentrenamiento    El entrenamiento físico regular produce o preserva adaptaciones específicas que mejoran la capacidad de un sujeto de tolerar los factores de estrés resultantes del entrenamiento, y finalmente el rendimiento deportivo. Sin embargo, el cese o reducción del entrenamiento, acarrea la pérdida parcial o completa de estas adaptaciones anatómicas, fisiológicas y de rendimiento, provocadas por el entrenamiento, comprometiendo el rendimiento deportivo (Mujica & Padilla Rehabilitation of Sport Injuries: Scientific Basis. 117-143, 2003).

     Respecto a las características cardiorespiratorias y el desentrenamiento, la frecuencia cardiaca en reposo asciende hasta un 7% a los 14 días y la FCsubmax. hasta un 10% desde que se produjo el cese del entrenamiento. El gasto cardiaco asciende entre un 10 y un 30% entre los 14 y 21 días. La presión sanguínea media aumenta entre un 8 y un 12% a los 21 días. Asimismo a los 2 días desde que se produjera el cese, el volumen de sangre y plasma se ve reducido entre un 5 y un 12%. En relación a la morfología cardiaca a los 21 días de producirse la parada en los entrenamientos, la dimensión del ventrículo izquierdo se ve reducida entre un 4 y un 12%. El grosor de la pared del ventrículo izquierdo se reduce en hasta un 33% y a los 60 días el grosor del tabique interventricular se reduce en un 7%. (Mujica & Padilla Rehabilitation of Sport Injuries: Scientific Basis. 117-143, 2003).

          En relación a las características musculares, el desentrenamiento afecta a la función muscular en relación con el día en que se produjo el cese del entrenamiento de la siguiente forma: Diferencia arterio-venosa (oxígeno), se ve mermada entre un 4 y un 7% a los 56 días; la actividad de las encimas oxidativas disminuye entre un 24 y un 45% a los 10 días y el rendimiento fuerza/potencia se reduce hasta un 14% a los 28 días. En referencia a la morfología muscular la densidad capilar se reduce hasta un 6% a los 15 días, las fibras oxidativas disminuyen hasta un 40% entre los 56 y 84 días y la masa muscular disminuirá entre 1 y 5% a los 21 días. (Mujica & Padilla Rehabilitation of Sport Injuries: Scientific Basis. 117-143, 2003)