Uno de los mayores problemas de los principiantes es la falta de paciencia. «Por lo general, cuando se deciden a correr quieren obtener resultados muy rápidos. Creen que pueden hacer 20 minutos seguidos. Si no cumplen sus expectativas se frustran y abandonan. No se percatan de que el cuerpo humano responde mejor a pequeñas dosis (menos tiempo) y repitiendo más días a la semana. Lo mejor es empezar por hacer un minuto de carrera y dos caminando e ir aumentado en días posterioressegún nos pida el cuerpo. Eso sí, en el entrenamiento no hay que darlo todo. Se aconseja quedarse con un poco de ganas de seguir para favorecer la motivación de volver al día siguiente».
Otro de los errores que comenten es que empiezan con mucha energía, realizando un gran esfuerzo, lo que provoca fatiga y muchas agujetas en el cuerpo, dejando al corredor varios días casi sin poderse mover por el dolor corporal. «Este comienzo desmoraliza a muchos y piensan que el deporte o el running no está hecho para ellos. Sin embargo, las agujetas deben considerarse como parte del proceso porque el cuerpo se está adaptando a moverse más, se está desoxidando. Los menos predispuestos deben pensar que al running hay que darle la oportunidad de practicarlo, al menos, un mes, para darse cuenta de sus beneficios».
Un buen hábito para que el cuerpo no sufra es realizar estiramientos todos los días, incluso cuando no se va a correr. Bastan con cinco minutos después de levantarse de la cama para aliviar las tensiones musculares.
También es habitual que los principiantes aseguren que no saben respirar. Se debe hacer de manera natural por la nariz o por la boca, «aunque hay teorías que dicen quelo óptimo es inhalar por la nariz y soltar el aire por la boca,lo mejor es que cada uno empiece sintiéndose cómodo para no fatigarse y controlar el ritmo cardiaco». En invierno también es importante hidratarse y beber agua o líquidos para que nuestro cuerpo no sufra.
Rocio T.